La historia realmente brinca dinámicamente
entre tiempos, situaciones y sus dos protagonistas: A-1 y A-2. El discurso no
es siempre estable y continuo pero cuando lo es te lleva con una fluidez ambivalente,
contradictoria y abstracta. En algunos párrafos el protagonismo se enfocará
solo en A-2 pero en otros tomará la batuta A-1, especialmente en la narración
que le da a A-2 de su aventura con una de sus ex esposas.
La
relación que menciona A-1 tener con su ex esposa es de una entrega obsesiva y
dependiente de ella, A-1 no podía ver en su vida nada que no fuera a esa mujer a la que le entregó algo más que un sentimiento de amor: le entregó una parte de sí.
Se regaló tanto que cuando ella se iba él se sentía incompleto, llegó a ir tras
de ella, pero sólo para que el sentimiento de plenitud durara un momento antes de
volverse a separar y quedarse con un sentimiento de nostalgia (cosa que
caracterizó a A-1 desde la infancia). A-1 menciona haber narrado esa historia
por reaparecer esa imagen del recuerdo antes de que éste encuentre su plenitud.
La razón por la que confesó dicha historia específicamente a A-2 queda a
especular; puede ser por su antigua amistad, tal vez por la familiaridad
reconocida al ver a alguien que vivió a la par de él en su infancia, o tal vez
por la fortaleza que caracterizó a A-2 desde niño.
Puede que el
contexto en el que mejor pudo desempeñarse esa relación amorosa de A-1 era justo
la que tenía con A-2. Tanto A-1 como A-2 llevan sus vidas de manera separada, a
veces indiferente hacia el otro, pero al mismo tiempo de forma paralela, se
juntaban en varias ocasiones (por cuestiones aleatorias o del destino) pero no
se mezclan o atan una a la otra. Siempre pudieron dejarse pero se reencontraban
una y otra vez, cuando lo hacían, se reunían sin negarse el uno al otro. Y aunque
su relación nunca pareció superarse más allá de una amistad ocasional, siempre
coincidían, no en opiniones, sino en sus vidas propias.










